lunes, 7 de noviembre de 2011

Siempre hacia adelante

Como dice una bonita fábula, el amor es ciego y está guiado por la locura. Pero en determinadas ocasiones, el amor, o su equivalente físico, el corazón, debe dejarse guiar por la razón, por la cabeza, y considerar que es lo que le va a hacer sufrir menos, aceptar que no todo es posible, que, como dice una bonita canción, o aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.
La vida pasa en un suspiro, la vida es eso que pasa mientras haces otros planes, la vida pasa mientras te lamentas por un añorado pasado que no tiene solución.
Si, como bien dicen: si un problema tiene solución no hay que preocuparse, y si no la tiene ¿porqué preocuparse?; entonces… deberíamos no dejar escapar esos maravillosos segundos, esos momentos suicidas que no volverán jamás, el ahora no volverá a existir y el mañana es un ser extraño e incierto que nos aterra y nos atrae por igual.
Siempre estamos o añorando el pasado o pensando en como actuar bien en el futuro, planificando nuestra vida, cuando en realidad por mucho que planifiquemos no todo está en nuestro mano. El pasado no se puede cambiar y el futuro no depende únicamente de nosotros, lo único q podemos vivir, disfrutar y aprovechar es el hoy, sin embargo es algo que comúnmente olvidamos.
En base a ello, dejemos que actúe el corazón si queremos, o la cabeza si éste ya ha sufrido demasiado para seguir ese camino, pero no nos lamentemos, intentemos seguir hacia adelante, intentemos llenar nuestra vida de “ahoras”, de momento mágicos que podamos disfrutar, de alegría y no de pesares, para, como dice una gran película, no llegar al momento de la muerte y darnos cuenta de que no hemos vivido.