jueves, 1 de diciembre de 2011

NVA

¿Cómo encontrar el nivel de vinculación adecuado?, si cuando crees que lo has encontrado se desvanece, si cuando vuelves a estar segura te explota entre las manos.
El nivel de vinculación adecuado es el que delimita en todos los aspectos que esa persona te completa, sin embargo no somos máquinas, no podemos meternos los parámetros en nuestro miniordenador y determinar cuando sí y cuando no hay un nivel adecuado.

Si al pensar en una persona no se te ocurre mirar a un futuro sin ella, pero sin embargo tampoco con ella, ¿se trata de la historia del perro del hortelano? ¿o simplemente es una falsa conexión, un error en Matrix, que nos hace creer que hay conexión cuando realmente no esta ahí?

Cuando la conexión es adecuada y se forma un único ser, los dos deberían sentirse uno, uno contra el mundo, un único ser capaz de vencer a todas las adversidades que pretendan romper esa unión, creando una coraza que proteja esa frágil y valiosa cuerda de hilo que los une. Pero si una de las partes se separa de la coraza, se aleja aunque sólo sea un momento, los malvados enemigos entran sin piedad para atacar ese hilo de unión, y la otra persona sola, por fuerte que sea, por mucho que sienta en su interior la fuerza de la lucha, cae derrotada ante lo inevitable, ve romperse esa conexión con ojos acristalados por las lágrimas, mientras cae al vacío, lejos de esa persona con la que se sujetaba y que una vez se separo.

Ahora sólo queda balancearse sola bajo su trozo de cuerda, y esperar que otro ser quiera compartirla, deseando que ahora sí, que de verdad se produzca ese nivel de conexión, pero inevitablemente preparándose para una posible caída, pues es posible que no haya dos sin tres, y es posible que nuestro reto sea ser malabaristas en esa cuerda, sorteando las desavenencias de la vida.