Van pasando los minutos, las
horas, los años, las decepciones y aquellos momentos que no regresarán jamás.
Las dudas atrapan nuestra
mente en una telaraña, un mar de recuerdos entrelazados que llenan nuestra
mente de preguntas sobre el camino que recorremos.
Las fuerzas en la batalla ya
no son las mismas pues ya no sabemos qué es lo correcto, ya no estamos seguros
de no haber perdido batallas que eran nuestras, o de si vale la pena luchar.