domingo, 28 de abril de 2013

Sueño vida bidimensional

Estábamos (yo y alguien más no identificado) en un parque esperando a alguien con quien habíamos quedado, pero de repente nos damos cuenta de que un sujeto nos sigue, así que nos dirigimos a un mercado que había montado en la zona para perdernos entra la multitud. Una vez camuflados entre la gente vemos que PB se acerca al lugar de donde veníamos, en ese momento pensamos que ojala se esconda para que no le vean, pero lo perdemos de vista. Cuando el hombre que nos estaba buscando se vuelve por donde a venido, salimos en busca de PB, el cual se encuentra en un bar tan tranquilamente.

Nos encontramos en un tiempo futuro, en el que un ser poderoso domina el mundo (el devastador) y tiene a su servicio una patrulla de policías ciborg que tienen atemorizada a la sociedad, nosotros tenemos un grupo de resistencia que intenta luchar contra esa dominación, y entre otras cosas hemos conseguido controlar la puerta del tiempo, con la que a través de un túnel podemos acceder a 2012 para planificar nuestros próximos ataques sin ser espiados, o simplemente para pasear tranquilamente en un ambiente mucho más puro.

Pasamos a través del túnel del tiempo y disfrutamos de una alegre velada en una verbena de un pueblo y pensamos en que bien estábamos en aquellos años, muchas cosas no funcionaban y nos quejábamos pero no podíamos imaginar lo realmente mal que iba acabar el mundo.

Entramos y salimos de una época a otra libremente, pese a los consejos y advertencias de ir con cuidado y de evitar que nos vean los indeseables.

En una de estas ocasiones, al volver de una de nuestras visitas al 2012, vemos que al otro lado del túnel hay un ser sospechoso, no parece un ciudadano normal, ni un compañero de resistencia, así que decidimos dar la vuelta atrás para evitar encontrarnos con él, sin embargo el sujeto consigue dar una vuelta al agujero de gusano, y en vez de volver al pasado, aún caminando hacia donde veníamos entramos en el futuro (es decir, nuestro presente). Corrimos todo lo que pudimos hacia el cuartel para refugiarnos, al llegar y contar nuestra historia todo el mundo hizo las maletas con la certeza de que el destructor vendría a buscarnos. Abrimos rápidamente un nuevo agujero, por donde la gente fue trasladándose a un lugar más seguro, cuando ya sólo faltábamos nosotros, el destructor con sus secuaces produjo una gran explosión derrumbando las paredes del edificio, lo único que pudimos hacer fue ocultarnos bajo los escombros con la esperanza de no ser descubiertos.

Y me desperté


martes, 16 de abril de 2013

La vida



¿Qué es la vida sino una sucesión de pequeños momentos que debemos aprender a valorar?

Como dijo John Lennon “la vida es aquello que sucede mientras estás haciendo otros planes”.

Pero, por mucho que queramos tenerlo presente, siempre volvemos a caer, infravaloramos los días, los momentos, las vivencias, nos quejamos por lo irrelevante; hasta que un buen día algo nos hace recordar que no somos más que una pequeña mota microscópica en el enorme universo, pero que a su vez somos nuestro propio universo en el que cada instante es un tesoro que guardar en nuestra memoria.

Y, con suerte, tal vez el cosmos nos regale una persona con la que formar nuestro propio universo común, con quien vivir la eternidad en las estrellas.

martes, 8 de enero de 2013

Poco a poco dejamos de luchar


Van pasando los minutos, las horas, los años, las decepciones y aquellos momentos que no regresarán jamás.

Las dudas atrapan nuestra mente en una telaraña, un mar de recuerdos entrelazados que llenan nuestra mente de preguntas sobre el camino que recorremos.

Las fuerzas en la batalla ya no son las mismas pues ya no sabemos qué es lo correcto, ya no estamos seguros de no haber perdido batallas que eran nuestras, o de si vale la pena luchar.

Así que vagamos entre encrucijadas, como almas inseguras, almas solitarias que no encuentran su camino, almas que ya no saben en qué bando han de luchar.

martes, 11 de diciembre de 2012

Lágrimas de vampiro



Tras la máscara de una vida eterna, sin enfermedad, plena de lujos, se esconde la realidad de la tristeza en soledad; pero los vampiros no pueden llorar, así que su pesar se transforma en lágrimas que fluyen por el interior de su alma castigada, donde nadie las ve.

Las calles están repletas de vampiros, no porque posean el regalo de la vida eterna, sino por esa máscara de felicidad que esconde lágrimas en el alma, por ese deseo de amor que la vida no complace, por ese tiempo que nos envuelve y que quisiéramos compartir con esa persona. 

Sí, esa persona, porque siempre es una en concreto, aquella que deseamos que esté a nuestro lado, aunque en realidad la vemos alejarse por el horizonte, no sólo por ese físico que vemos cuando miramos al infinito sino también en el horizonte propio de nuestra vida.

lunes, 3 de diciembre de 2012

El blanco de los esquimales



Dicen que los esquimales distinguen muchas variantes de blanco, siendo así, no todas las personas del mundo, ni todas las culturas, verán el mismo color al pronunciar la palabra “blanco”.

Siendo esto cierto, y aplicándolo a otros ámbitos, ¿Cómo podemos estar seguros de lo que escuchamos? ¿O de lo que decimos?

Si nuestras palabras son imprecisas y nuestros actos crean confusión, únicamente nos queda la confianza en la bondad y en la realidad fáctica de que la única vía posible es seguir jugando; jugar con la certeza de que siempre ganaremos algo, que siempre podremos extraer algo positivo de cada partida, algo que llevarse cada cual en su pequeño cofre de los tesoros.

martes, 27 de noviembre de 2012

Pisadas en la nieve



Pequeñas pisadas que van dejando marcas en la nieve, profundas o superficiales, grandes o menudas, pero todas dejando su señal.

Algunas desaparecerán a la más mínima brisa, otras necesitarán aires más fuertes, pero algunas otras dejarán su cicatriz como las líneas de Nazca en el desierto de Perú.

En ese momento inesperado en el que los dos entes se unen, pie y nieve, parece que formen uno sólo por un breve instante, pero ¿Quién sabe cuánto dura un instante? Lo único cierto es que es breve. Sin embargo, ¿Qué no lo es? La propia vida es breve, y cuando nos queremos dar cuenta vamos en un trineo desbocado que no podemos parar ni controlar.

Así que, sólo nos queda seguir marcando y recibiendo esas marcas en la nieve.