Dicen que los esquimales distinguen muchas variantes de blanco, siendo así,
no todas las personas del mundo, ni todas las culturas, verán el mismo color al
pronunciar la palabra “blanco”.
Siendo esto cierto, y aplicándolo a otros ámbitos, ¿Cómo podemos estar
seguros de lo que escuchamos? ¿O de lo que decimos?
Si nuestras palabras son imprecisas y nuestros actos crean confusión,
únicamente nos queda la confianza en la bondad y en la realidad fáctica de que
la única vía posible es seguir jugando; jugar con la certeza de que siempre
ganaremos algo, que siempre podremos extraer algo positivo de cada partida,
algo que llevarse cada cual en su pequeño cofre de los tesoros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario