Estábamos (yo y alguien más no identificado) en un parque esperando a alguien con quien habíamos quedado, pero de repente nos damos cuenta de que un sujeto nos sigue, así que nos dirigimos a un mercado que había montado en la zona para perdernos entra la multitud. Una vez camuflados entre la gente vemos que PB se acerca al lugar de donde veníamos, en ese momento pensamos que ojala se esconda para que no le vean, pero lo perdemos de vista. Cuando el hombre que nos estaba buscando se vuelve por donde a venido, salimos en busca de PB, el cual se encuentra en un bar tan tranquilamente.
Nos encontramos en un tiempo futuro, en el que un ser poderoso domina el mundo (el devastador) y tiene a su servicio una patrulla de policías ciborg que tienen atemorizada a la sociedad, nosotros tenemos un grupo de resistencia que intenta luchar contra esa dominación, y entre otras cosas hemos conseguido controlar la puerta del tiempo, con la que a través de un túnel podemos acceder a 2012 para planificar nuestros próximos ataques sin ser espiados, o simplemente para pasear tranquilamente en un ambiente mucho más puro.
Pasamos a través del túnel del tiempo y disfrutamos de una alegre velada en una verbena de un pueblo y pensamos en que bien estábamos en aquellos años, muchas cosas no funcionaban y nos quejábamos pero no podíamos imaginar lo realmente mal que iba acabar el mundo.
Entramos y salimos de una época a otra libremente, pese a los consejos y advertencias de ir con cuidado y de evitar que nos vean los indeseables.
En una de estas ocasiones, al volver de una de nuestras visitas al 2012, vemos que al otro lado del túnel hay un ser sospechoso, no parece un ciudadano normal, ni un compañero de resistencia, así que decidimos dar la vuelta atrás para evitar encontrarnos con él, sin embargo el sujeto consigue dar una vuelta al agujero de gusano, y en vez de volver al pasado, aún caminando hacia donde veníamos entramos en el futuro (es decir, nuestro presente). Corrimos todo lo que pudimos hacia el cuartel para refugiarnos, al llegar y contar nuestra historia todo el mundo hizo las maletas con la certeza de que el destructor vendría a buscarnos. Abrimos rápidamente un nuevo agujero, por donde la gente fue trasladándose a un lugar más seguro, cuando ya sólo faltábamos nosotros, el destructor con sus secuaces produjo una gran explosión derrumbando las paredes del edificio, lo único que pudimos hacer fue ocultarnos bajo los escombros con la esperanza de no ser descubiertos.
Y me desperté