miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mirar un teléfono, mirar un móvil, mirar una pantalla



Cuántas veces hemos visto en las películas a la persona de turno pegada al teléfono esperando una llamada que no llega, o realizando esa llamada que no debiera.

Un teléfono, un móvil, tal vez un chat en la pantalla del ordenador, no importa el medio, nos quedamos mirándolo, como si esperáramos que por desearlo mucho todo cambiara de repente. Minutos, horas, largos momentos simplemente mirando, sintiéndote tonta por no hacer nada más, por no conseguir que dejen de pasar esos malos pensamientos por tu mente.

Al final caes, sí, siempre caes, haces esa llamada, o escribes ese mensaje; y eres feliz de recibir respuesta aunque sepas que ya no tienes la llave de ese corazón. Pero… también sabes que debes controlarte, que debes estar esos momentos muertos esperando, porque no puedes sobrepasarte si no quieres perder lo único que te queda.

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